Cada otoño, miles de grullas (grus grus) recorren los 4000 kilómetros que separan las tierras del norte de Europa de las dehesas extremeñas, el embalse del Borbollón se convierte durante unos meses en el gran dormidero de estas majestuosas aves que comparten espacio con otras aves como cormoranes, patos y gansos.

Es una belleza ver a primera hora de la mañana y al atardecer las bandadas de grullas que van hacia las zonas donde duermen,  las dormideras,  y el sonido que emiten. Durante el día por las Dehesas que rodean al Embalse de Borbollón y en el precioso paraje de “Los Pajares”,  perteneciente al municipio de Santibáñez el alto  se ven gran cantidad de estos animales, comiendo y calentándose al sol en los fríos días de otoño/invierno.  Hay  rutas de senderismo de pequeño recorrido.

Son muy  interesantes, también,las vistas desde el pueblo de Santibáñez el Alto, donde en días claros,  además del embalse y la facilidad del avistamiento de aves,  se puede ver Portugal,  la zona de La Raya,  y al otro lado Gredos, Las Hurdes y parte de Sierra de Gata.